La preocupación por la salud mental ha crecido en los últimos años. Acontecimientos como las crisis económicas, la COVID-19 o la guerra han tenido una afectación directa en esto. Y los datos así lo reflejan: según el Global Health Service Monitor 2022 de Ipsos, la salud mental ya ocupa el segundo puesto entre los problemas de salud mundial (con un aumento de 5 puntos desde el año pasado), solo por debajo del coronavirus. Y a nivel global, de media, más de la mitad de la población piensa “a menudo” en su bienestar mental.
Con estos datos, está claro que la salud mental es un tema de absoluta relevancia hoy en día y lo será más de cara al futuro. En una sociedad en la que los consumidores demandan, cada vez más, que las marcas sean agentes de cambio y contribuyan al bienestar de las personas, esta temática va teniendo cada vez más protagonismo en la comunicación y son muchas las marcas que lo han convertido en su propósito.
En este contexto, aunque la salud mental es un tema universal, es importante encontrar la forma de enfocarlo. Es clave que la marca encuentre el ángulo que permita darle un enfoque único y notorio, que lo haga relevante, pero, sobre todo, que la legitime y proporcione un discurso absolutamente creíble y valioso para la audiencia.
En este informe hemos repasado cuatro ángulos sobre esta temática que han ayudado a diferentes marcas a relacionarse con sus audiencias desde su propia esencia, visibilizando problemáticas complejas desde un punto de vista cercano y aportando valor para luchar contra ellas.
